Problematización: consumo alimenticio industrializado
UNIVERSIDAD
NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COLEGIO
DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
Plantel
azcapotzalco
HISTORIA
DE MÉXICO 2
ALUMNA.
GALINDO MELGAREJO MARIANA ITZEL
PROFESORA.
SUSANA HUERTA GONZÁLEZ
FECHA. 10 DE MARZO DE 2020
GRUPO.415
Problematización: Consumo alimenticio industrializado
Introducción:
Se realizó este
trabajo con el fin de desarrollar las tic y toc, además de conocer el país donde
habitamos y lo podemos relacionar con la feria de alimentación.
Causas:
Muchos sabrán que, junto con la industria farmacéutica, la
alimentaria es una de las que más dinero mueve a lo largo y ancho del mundo.
Pero lo que puede que no sepan es que esta industria alimentaria influye
en gran medida en la salud de la población, pero de manera muy distinta a
las farmacéuticas ya que parece, incluso, que vayan en contra de nuestra salud
de forma deliberada. Y no hablamos únicamente de conservantes, colorantes
o emulgentes, productos químicos con probado efecto cancerígeno sino
aceites, sales y otras sustancias de las que a continuación hablaré.
Uno de los compuestos más utilizados de manera excesiva es el
azúcar. Encontramos cantidades ingentes de azúcar en refrescos, galletas,
lácteos, etc. La ingesta excesiva de azúcar que ocurre, sin darnos cuenta,
cuando consumimos uno de estos productos, no sólo produce un aumento de peso
que puede derivar en obesidad, sino que es susceptible de provocar una
diabetes. De hecho, el número de niños diabéticos en EE.UU (país donde los
desfases alimentarios son un emblema nacional) está en aumento. Y no sólo en
Estados Unidos sino en muchos otros países que están empezando a verse
influidos por sus costumbres. España entre ellos.
El problema de la diabetes no se soluciona con el hecho de
usar edulcorantes no glúcidos, ya que existen múltiples estudios que parecen
demostrar que el mero hecho de detectar sabores intensamente dulces
produce una liberación de insulina con la consiguiente fatiga del páncreas.
En los últimos años, las enfermedades cardiovasculares se han
situado en una de las causas de muerte más importantes y, en parte, se
debe a los productos que consumimos. Está ampliamente distribuido el uso
de aceite de palma y coco, un aceite con una capacidad muy grande de
producir ateromas causantes de arterioesclerosis. Tal es el daño que
produce este tipo de grasas vegetales que el gobierno intentó prohibir su uso
pero las industrias ejercieron tal nivel de presión acerca de esta medida,
asustados ante el incremento en los costes de producción de sus “alimentos”,
que la ley no se pudo ejecutar.
Y no debemos pensar que solo los políticos ceden ante su uso a
sabiendas de que es un producto terriblemente perjudicial, la Sociedad
Española de Pediatría avala productos que lo contienen en cantidades
ingentes. No diré marcas en particular pero solo hace falta leer los
ingredientes de las galletas para encontrarlo entre sus ingredientes junto al
logo de esta sociedad de pediatría que en su página web dedica una sección a
comida saludable.
Además, su uso no sólo se limita a las grandes empresas que
producen toneladas de bollería al año. También podemos encontrar aceite de
palma en la mayoría de restaurantes, sean de comida rápida o no. De nuevo, a costa
de ahorrarse unos céntimos, se decide atentar contra la salud pública (sin
saberlo seguramente en este caso).
Estos son sólo unos de los múltiples productos añadidos de
manera artificial, que se introducen en los alimentos que compramos y que,
de eliminarse, podrían suponer no sólo la mejora de la salud de la
población general, sino también un ahorro de recursos para la sanidad
pública. Cosa que hoy, más que nunca, es necesaria. Por desgracia, esto
solo será posible si la población conoce lo que come y opta por no consumir
ciertos productos, y para ello, es esencial que nosotros, que nos formamos para
asegurar la salud de todos, divulguemos sus riesgos sin dejarnos corromper por
el poder económico
Derecho sobre la alimentación
Los Estados Unidos de México en su Constitución Política
de 1917, reconoce el derecho a la alimentación de forma explícita, al decir en
su artículo cuarto que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva,
suficiente y de calidad”, lo cual será garantizado por el Estado, al igual que
el derecho a la protección de la salud y el derecho al acceso, disposición y
saneamiento del agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente. En
el mismo artículo se hace mención a que los niños y niñas tienen derecho a la
satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación, y sano
esparcimiento para su desarrollo integral.
Por otra parte, en el artículo segundo de la Constitución
se hace garante a la Federación, los Estados y Municipios de apoyar la
nutrición de los indígenas y familias migrantes mediante programas de
alimentación, en especial con la población infantil.
Posible alternativa
para mejorar la alimentación
Una
posible solución a este problema es la dieta de la milpa que es el modelo
saludable de alimentación de origen mesoamericano, que tiene como centro
nutritivo-cultural a los productos de la milpa (maíz, frijol, chile y
calabaza), más los demás alimentos de origen mesoamericano que se consumen en
México, junto con aquellos adoptados por la cocina tradicional mexicana de
origen externo, combinados de forma saludable.
Bibliografia.
Almaguer , J. (2020). LA DIETA DE LA MILPA Modelo de Alimentación
Mesoamericana Saludable y Culturalmente Pertinente. Mexico: Secretaria de
salud. 118pp.
Secretaria General . (1917). CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. 22 de mayo de 2020, de Goberino mexicano Sitio web: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_060320.pdf
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